Gavleån (Rio Gävle) en Gävle, Suecia.
Verde estival
Verde estival, atardecer soleado,
por las calles corre un bochorno,
los árboles duermen su siesta,
el viento huye y Gävle se aletarga.
Hay un cielo de contrastes brillantes,
es una bóveda celeste, plena de paz,
algunas mantas de algodón muy níveo
parecen un archipiélago en lo alto.
Verde estival, verde escandinavo,
en este puerto aletargado por los años,
dejo huellas como besos en la tierra
y mis lágrimas para que no tenga sed.
A lo lejos un velero parece una gaviota,
son las cuatro, ardiente está la tarde,
Gävle bosteza monótona y extraña
y un aroma de café inquieta los sentidos.
Gustavo Figueroa Velásquez
©
que bonito verdad??? un saludo
ResponderEliminarHola Gustavo, un poema muy hermoso
ResponderEliminarlleno de imagenes y colores,que envidia,
aca yo muero de frío,muy bella imagen.
Un abrazo grande que estes bien.
Muy bonito Gävle Gustavo, un sitio ideal para un poeta soñador... ¡bello poema!
ResponderEliminarUn abrazo
Realmente muy bello.
ResponderEliminarBesos para ti.
mar
Una tarde cálida, la que recorro entre tus palabras...
ResponderEliminarQue tengas una feliz semana
Besos soleados
Debe ser un estupenda sensaión recibir el aroma de un café en la paz y el silencio de ese atardecer soleado. ¡Qué importante es el café en el devenir de los pueblos. Tenía razón también Celso Emilio Ferreiro, ese magnífico poeta gallego, cuando decía: "No puede haber hambre en el mundo cuando es bien sabido que en todas partes cuecen habas" Un abrazo cordial.
ResponderEliminar¡Maravilloso poema, Gustavo! Estos magníficos versos son, sin duda, la mejor invitación para visitar Gävle.
ResponderEliminar¡Un saludo!
SoniCamalea:
ResponderEliminar¡Hermoso, muy hermoso!
Te doy la bienvenida a este sitio.
Un abrazo.
Gladys:
ResponderEliminarPor fin hoy hemos tenido un día caliente, el verano no ha sido como lo esperábamos pero, bueno, el sol sale y nos alimenta y nos llena de vida.
Cariños.
Mariani:
ResponderEliminarLlegué a un sitio ensoñador y aquí sueño y medito el pasado, el presente y el futuro de la humanidad sin olvidarme de mi mismo.
Un abrazo compañera.
Mar:
ResponderEliminarMil gracias.
Un abrazo.
NV Ballesteros:
ResponderEliminarUna tarde cálida y la intensidad de las palabras crean el ambiente propicio para soñar con el paraíso.
Un abrazo y gracias por tu visita.
Fernando:
ResponderEliminarMagnífica frase del poeta gallego, Celso Emilio Ferreiro y que tú citas aquí.
El café es para mí como esa bebida imprescindible al despertar de cada día, un pretexto para leer un libro, el estimulante para estar despierto cuando ronda el amor; la gloria antes de entrar al paraíso.
Tus comentarios son vida para mi blog.
Gracias.
Adán:
ResponderEliminarGävle siempre te estará esperando.
Un abrazo.
Vibro de emoción al ser testigo de tu comunión poética con el todo, de tu apostolado del verso y esparcimiento de la semilla estética.
ResponderEliminarExcelente fotografía del templo de la música y de la armonía de la obra de lo humano y de la naturaleza es toda una celebración y muestra que la humanidad si puede vivir y convivir respetando el medio ambiente.
Gran enseñanza esta edición.
Gracias por tener en cuenta mis intentos de versificación.
Saludos Poeta!!!
Dilman:
ResponderEliminarLo dices muy bien...Suecia es una hermosa muestra de que el ser humano si puede vivir en armonía con el medio ambiente; tú lo viviste y sabes lo bello que este país durante todas sus estaciones: el verde del verano es incomparable, el otoño es una policromía inimaginable, el invierno con su nieve, sus largas noches y sus auroras boreales son pura magia y la primavera, aquí, es una sinfonía esplendorosa.
Por La Casa de la Música (Konserthuset)situada a un lado del Gavleån (El río de Gävle) y de Boulognerskogen, un fascinante parque natural, han pasado grandes artistas como Susana Rinaldi(Argentina), River Dance (Irlanda), Buena Vista Social Club (Cuba), Dúo Yalba (México), Totó la Momposina de Colombia, entre otros.
Hermano, siempre he pensado que tú llevas dentro un enorme poeta!
Un abrazo.
No tengo la dicha de conocer a Gävle, tu hogar desde hace mucho tiempo, pero en la forma que resaltas los verdes y los blancos, la forma con que adornas tu poema, me da una gran idea de la magnitud de su belleza, su diversidad de climas y de lo bien que te sientes en ese tu paraiso.
ResponderEliminarSonia:
ResponderEliminarEs sencillamente bello. Quizá algún día nos puedas venir a visitar.
Un abrazo.
Desde luego que tu espacio es el que te pertenece, veo las imágenes y van abrazadas a tus versos, es maravilloso y deliciosamente suave y verde.
ResponderEliminarUn abrazo, poeta!
"Esos ojos que ven lo que tú no ves...
ResponderEliminarEsos ojos que miran y no miran, de todos y de nadie..."
Me ha encantado estas dos frases, y pensaré en ello cada vez que mire esta foto.
Hacía mucho frío esa mañana, y el agua había inundado la plaza de San Marcos...sólo quedaban tus versos, Gustavo.
Un abrazo.
Penélope:
ResponderEliminarSan Marcos, el frío y mis versos, parece un poema.
Un abrazo.
Precioso con muy buenas imágenes. Felicitaciones! Un abrazo.
ResponderEliminarAlma:
ResponderEliminarGracias por tu visita y tu amable comentario.
Un abrazo.
Que bello pasear por tus letras Gustavo. Besos, cuidate.
ResponderEliminarDijo Gustavo...Verde estival, atardecer soleado,
ResponderEliminarpor las calles corre un bochorno,
los árboles duermen su siesta,
el viento huye y Gävle se aletarga.
El estío de los árboles nos dejan el reposo de la tranquilidad que emana este bello poema.
Un saludiño,
Rosa María
Rosa
Te invito a pasar por mi blog y si te apetece te añades a los seguidores
Poetiza:
ResponderEliminarGracias por tu visita la que siempre es bien acogida.
Feliz fin de semana.
Un abrazo.
Rosa María:
ResponderEliminarTe doy la bienvenida a mi bitácora y el agredecimiento sincero por tus palabras las cuales me alientan mucho.
Saludos.