Queridos amigos
míos de Contrastes:
Para esta semana
quiero hacer algo diferente y después de pensarlo más de un año, he decidido
publicar algo que escribí pensado como un homenaje a los campesinos de todo el
mundo y, de manera muy particular, a los valientes hombres y mujeres del campo
de mi tierra colombiana. Espero que a todos ustedes les guste.
Pero, por
supuesto, también les invito a leer un poema de mi autoría dedicado a la
belleza.
Les deseo una muy
exitosa semana.
Después de la Vendimia, pintura del artísta español
Álvaro Alcalá Galiano.
La fiesta de las uvas
Sígueme
buen pastor que el tiempo de las uvas ha llegado...tu nombre me recuerda a
aquéllos hombres que vivían en esos campos agrestes de aquél viejo país, hoy ya
tan lejano. Sígueme, pues, que la fiesta está por empezar y ya llegan aquéllos
sibaritas ávidos de manjares siempre bien dispuestos y de ese vino apetitoso
que abunda a jarras llenas. Hoy habrás de conocer toda suerte de caballeros
que, a mi juicio, enaltecen estas comarcas de ricas campiñas y viñedos; serás un privilegiado al tener la gozosa
suerte de apreciar a aquéllas rozagantes damas cuyo porte y majeza no saben de
vulgaridades. He aquí, amigo mío, que estamos a las puertas de ese momento en
el que todos estos campesinos de mucha casta y donaire abandonan sus cálidos momentos
de intimidad familiar para darle rienda suelta al goce, que el espíritu de todo
buen ser humano que se estime, se merece; nada más absurdo que el ostracismo
autoimpuesto. Pues bien mi querido pastor de mansos rebaños y no de feligreses,
ariscos y de doble cara, el tiempo de las uvas está aquí, con su aroma que nos
remite a viejos tiempos y nos acerca al intimo segundo del goce del paladar y
un fugaz desliz de infinita felicidad en el rostro que nos hace más mortales y
merecedores de goces terrenales.
La fiesta
ha comenzado y la música llena los sentidos; ya te he dicho que esos campesinos
son dignos de ser llamados caballeros y, esas damas, enaltecen su entorno con
su aguda picardía y su natural belleza. Ellos, agrestes y, a la vez, muy majos,
son la fina estampa del hombre orgulloso de su tierra. Bebe, pues, porque eres
parte de esta fiesta, eres parte del poema del aire que acaricia las mejillas y
estimula a pronunciar la palabra necesaria que habla de tiempos ya pasados, de
horizontes plasmados en los lienzos de los poetas del pincel, de las guitarras
y violines hechos para aquéllas manos expertas tanto para el cuidado de la vid
como diestras en acariciar las cuerdas de esos instrumentos. Tú eres parte de
esta fiesta, ¡la fiesta de los nobles de la tierra porque estos hombres y
mujeres si que son nobles! Ellos no saben de patrañas, ni de poderes fácticos,
ni de democracias extrañas. ¡Salud que el vino está aquí!
Te lo dije
amigo mío, porque eso eres para mi, que el tiempo de las uvas había llegado, aquí
está entre nosotros, un tiempo fresco y, a su vez, maduro; bebe, amigo mío,
todo es fiesta y nada ha de lastimar el dulce encanto de estos campos, tan
tuyos, tan míos y tan de ellos. Baila, deja volar el alma, cree en ti y en tu
gente como aquél Zorba el griego ante el fracaso; ríe que no hay nada más
saludable para el ser que la risa. Lo ves, ¡ah, qué belleza!
Gustavo
Figueroa Velásquez
©
La danza de las gaviotas.
Pintura al óleo de José Jopay Paiva Juárez (Perú).
La belleza
La belleza está ahí, presente,
como un Vang Goth explosivo,
como un Beethoven vigoroso,
o en la magia de García Márquez.
La belleza está ahí, visible o invisible
estimulando tus sentidos y los míos
para hacernos más sensibles
a nuestro entorno fabuloso
y, también,
para hacernos bellos, día a día,
como una mariposa al abrir sus alas
para un vuelo mágico de arco iris.
La belleza se desliza sutilmente
sobre la superficie evanescente
de la subjetividad
para ser después una aurora boreal
al nivel de la conciencia
de esos individuos
que se revolucionan a si mismos.
¿Quién podría descubrir la belleza
si se está ciego para verla?
La belleza es un poema ebrio de felicidad,
la nota de un sonido vibrando
a la luz de un amanecer,
la posibilidad de hacer una pirueta hermosa
y dejarla plasmada
en el lienzo aún sin preparar;
la belleza es, tal vez,
ese instante en el que el fotógrafo
percibe la imagen que desea para si,
la danza vibrante de dos cuerpos
muy juntos...
la irrupción del asombro
por todos los sentidos.
La belleza con su luz
es como un beso cálido de la inspiración;
La belleza marcha a la par
del hombre nuevo;
es, junto con él, un salto cualitativo
de la capacidad del ser humano
de ser uno con el universo.
Ay, si perdemos la capacidad de asombro,
Ay, si la perdemos,
estaremos ciegos porque nuestros ojos
podrán mirar pero jamás ver;
estaremos mudos porque no tendremos
las palabras necesarias para describir lo bello
y seremos sordos porque
aunque escuchemos no podremos oír
la poesía de la suave brisa
que acaricia nuestros rostros,
el trinar de un pajarito en primavera
y el te amo más tierno y honesto
que salga de los labios de la persona
que nos ama sin que lo sepamos.
Gustavo Figueroa Velásquez
©
Nana Mouskouri - La dicha del amor.
El primer text, una demostración maestro, de conjugar lo narrativo con el tono poético, en un texto que pone de relieve el trabajo rural...y esa vendimia es toda un explosión de alegría.
ResponderEliminarEl poema, que bello homenanje al arte y la literatura: la pintura exaltada en Van Gogh, la música en el genial sordo, Beethoven, y la literatura en Gabo. Artes para el asombro, por la capacidad de acercarnos a la belleza. Un abrazo. Carlos.
Carlos:
EliminarCuando el ser humano se acerca a la belleza y la palpa y la hace suya, el ser mismo, se hace bello y está preparado para apreciar el arte. Tú eres uno de esos seres especiales.
Un abrazo Maestro!!!
As nossas raízes estão no povo onde nascemos e onde nos alimentamos.
ResponderEliminarPrecisamos cantar esse povo que ora e labuta e nos dá de graça os seus sorrisos e sonhos. Precisamos de cantar esse povo que nos vende com amor os produtos do seu amor e da sua horta como quem pede por favor que os acarinhem.
Amigo Luis:
EliminarComo tú bien lo dices, debemos cantar a ese pueblo campesino que nos acerca, con su trabajo y su bondad, a la madre tierra para que seamos uno con la naturaleza.
Mil gracias por tu visita a Contrastes y vuelve siempre.
Saludos.
un hermoso homenaje poeticamente bien sentido y expresado . Sobre todo la fiesta de las uvas es una ceremonia lindante con lo que significa enlazar la tierra con el cielo UN ABRAZO AMIGO GUSTAVO. ¡un gran tema inspirador!
ResponderEliminarAmigo Lao:
EliminarCantarle al campo y a su gente es un deber de todos nosotros los seres humanos a esos amigos del campo, gente trabajadora y generosa.
Gracias por tu comentario, ¡breve y sabio!
Un abrazo.
Querido Gustavo: sólo unas palabras para enviarte un saludo fraternal desde el Guadarrama. La foto que encabeza mi artículo "La importancia de leer un poema" es la que me hiciste tú en nuestra afortunada excursión a San Lorenzo de El Escorial. Nunca olvidaré los gratos momentos que pasé con vosotros, mis amigos en ese trayecto. En el centro de nuestra mesa estará siempre, mientras yo viva, ese maravilloso cristal que nos trajiste desde Suecia. He estado un tiempo sin publicar, pero ahora me encuentro mejor y vuelvo por las andadas. Sigo visitando, claro está, tu permanente obra poética, de tanata calidad. Otra vez un abrazo fraternal.
ResponderEliminarFernando, amigo y Poeta:
EliminarBendita la poesía que nace del poeta que canta y llora, que ríe y sueña. Fue justo ella, y, tú lo sabes muy bien, amigo mío, la que nos permitió conocernos y encontrarnos en esa bella tierra que ha quedado en mi memoria para el resto de mis días: El Guadarrama!
Lo que me cuentas, admirado Fernando, me llena de contento y, esto es mucho más importante, me ha dado mucha felicidad saberte bien y con ganas de volver a "volar"...nos hacías falta querido Poeta.
Recibe mi abrazo de amigo.
Tocas todos los palos apreciado amigo, como los buenos "cantaores" de flamenco.
ResponderEliminarSiempre un placer pasar por tú casa por las bellezas que nos cuentas, valga la redundancia.
Un abrazo Gustavo.
Rafa:
EliminarMe halagas con tu comentario y te lo agradezco con el rostro iluminado de felicidad.
Un abrazo compañero.
Gustavo: Hermoso y bien merecido homenaje al campesino, que sus sutiles manos ara la tierra y saca de ella los frutos para que toda una sociedad se beneficie de sus logros, con este escrito entre narración y poesía me transportas a los viñedos de nuestro Valle del Cauca, muy especialmente al Corregimiento de Santa Elena de El Cerrito, Valle, nuestra tierra natal. La Belleza está ahí en el entorno y a veces no sabes apreciar la inmensidad de cuanto nos rodea y lo afortunados que somos al poder apreciar todo ello y lo que no podía faltar la expresión del amor en todo su esplendor. Fue muy acertada tu decisión de presentar la Fiesta de las Uvas y tu poema La Belleza, hermosos los dos. Un abrazo
ResponderEliminarSonia:
EliminarCon tu comentario me has hecho acordar de mi niñez cuando algunas veces mi padre me llevó a Santa Elena para visitar los viñedos de un amigo suyo y el recuerdo del sabor de aquéllas uvas lo conservo tan vivo que se me hace la boca agua. Hacía mucho tiempo que sentía la necesidad de hacer un homenaje a los campesinos, gente sabia, generosa y solidaria.
Y el amor debe ser el centro de todo signo humano porque sin él estamos muertos en vida.
Amiga mía, cuánta alegría me da tu comentario y tu presencia en Contrastes.
Recibe un fuerte abrazo.
Gustavo, amigo y poeta; por supuesto que puedes utilizar mis grabaciones y mis escritos. Puedes hacer con ellos lo que desees si consideras que merecen la pena. Espero que me concedas a mí también la posibilidad de transmitir alguna de tus obras a mis amigos de la red. Un fierte abrazo.
ResponderEliminarFernando:
EliminarMil gracias por confiar en mi y, por supuesto, amigo mío, que tienes toda la libertad para hacer uso de mi poesía.
Recibe un gran abrazo.
...y que nada ha de lastimar el dulce encanto de éstos campos!...
ResponderEliminargracias por el bello homenaje a nuestros orígenes, por en cada colombiano hay un campesino que debe sentir orgullo y anhelo de hacer cumplir las bellas notas de tu canto verso! por un mañana feliz para nuestro campo! SALUD! por la más expléndida vendimia!
Jenny:
EliminarLos campesinos merecen todo mi aprecio, respeto y admiración.
Salud por esa vendimia.
Un abrazo.