Sonata Claro de Luna
Un tono rojizo,
brillante, comenzaba a asomarse entre las sombras de la oscuridad que ya
empezaban a retirarse huyéndole al día que se aproximaba con un aire tibio y de
desafío a los retos más inverosímiles de las próximas horas. De un apartamento,
en algún lugar de la ciudad, en algún lugar del mundo, una figura de cuerpo esbelto
salió a la calle iluminada por unas luces que apenas si lograban vencer la
oscuridad. Ella se dirigió hacia algún lugar de la ciudad, sin rumbo fijo pero
resuelta y con un aire de felicidad. Su
cuerpo estaba cubierto con el vestido del amor; ella olía a un amor recién
terminado de tejer entre caricias y abrazos, bordado con besos que realzaban la
fineza y frescura de esa piel esplendida;
en su rostro se dibujaban los te amo repetidos en una habitación
del apartamento que dejara hace ya unos
minutos. Caminaba, firme y decidida; parecía volar por esa calle, larga y ahora
con un poco más de luz, la luz del día. Eran casi las seis de la mañana cuando
ella llegó hasta el puerto de la ciudad, desde allí miró el horizonte, llenó
sus pulmones con el aire fresco de la mañana, volvió a mirar hacia la
inmensidad del mar y divisó un velero como una pluma flotando sobre las aguas
marinas. Cerró los ojos por un instante y volvió mentalmente hasta esa habitación en donde había dejado a su
amor, ese hombre que apenas si había conocido pero que la cautivó tanto como para entregarle su primera vez...recordó
cómo el miedo y el deseo le corrían por el cuerpo al mismo tiempo que unas
manos traviesas y sutiles, como las de un pianista, se deslizaban por la
superficie de su cuerpo como ejecutando con destreza y suma atención una sonata
que, poco a poco, la fue preparando hasta abrirse plenamente a
los goces del más intimo momento en el que la delicadeza del artista, ese
hombre, pleno de vigor, delicado en el
trato, entró en su cuerpo, en el momento más intenso de esa sonata para subir
más y más de intensidad y llegar, ella y él, al paroxismo total, al momento más
asombroso de un momento irrepetible, sólo posible cuando, como en ella y él, el
amor se une con la carne.
Abrió sus ojos,
una fina sonrisa dejó ver sus dientes parejos, brillantes, hermosos; se sentía
feliz, dueña de si misma y capaz de conquistar el mundo...no quería pensar en
su futuro sino en su presente, vivirlo plenamente. El aire fresco del mar
volvió a acariciar su rostro y le pareció sentir aquellas manos que por primera
vez en su vida la hicieron sentir un ser especial.
Sintió hambre,
comenzó a caminar hacia una cafetería cercana, entró y se sirvió un café con
leche sin azúcar, un croissant y un poco de mermelada; en el sonido interno del
establecimiento se escuchaba "sonata claro de luna" de Beethoven...
ella agudizó sus oídos y se dejó llevar por los arpegios de esa música. Cerró
los ojos y sintió algo extraño y delicioso por su piel, unas manos se
deslizaban por su cuerpo, como un pianista, y, de pronto, sin poderlo evitar,
en ese sitio público, sintió que todo su cuerpo se estremecía y sus ojos se
iluminaron con un brillo único, sólo de ella , casi gritó...poco a poco se fue
relajando y una sonrisa agradecida apareció en su rostro aún en estado de un
trance gozoso.
Ella y él fueron
capaces de ahuyentar el fantasma de la rutina, construyeron un mundo muy propio
que nada tenía que ver con ese otro, externo a ellos, burdo y miserable. El
amor les había sorprendido justo en aquel puerto; fue como si ellos hubieran
estado predestinados a ser malabaristas de la felicidad, magos del amor,
exorcisadores de la carne y felices interpretes de una y mil sonatas como
preludio a las puertas de nuevas y fértiles primaveras.
©
Yara Asháninka, tierra indígena de KampaAYER SOÑE QUE TU
SOÑABAS
Ayer soñé que tú soñabas
con un abrazo de poeta,
de amigo y compañero.
Ayer soñé que tú soñabas
con un beso de amante,
puro, tibio y cristalino.
Ayer soñé que tú me amabas,
ahora sueño que tú sueñas.
Gustavo Figueroa V.
©
Una extraordinaria entrada con todo un recital de narrativa; esa sonata "claro de luna" tantas veces soñada y tan deseada. Son las vivencias de un amor entregado al deseo y al placer, como si de una delicada melodía bribara de esas perfectas y sinuosas manos acompasadas por la musicalidad del goce y el deseo. Son momentos vividos que quedaran recogidas en el hipocampo del cerebro pausadamente y solapadas difíciles ya de olvidar.
ResponderEliminarNo menos creativos y bellos versos a ese "Ayer soñé que tú soñabas" como cierre de una entrada muy lograda y con el broche final a esa sonata al piano de la mano de Claudio Arrau.
Mis felicitaciones por ese gran sentir poeta.
Un abrazo amigo Gustavo.
Admirado Juan, gracias por tu comentario que muestra el interés y goce con el que has leído esta entrada de Contrastes; yo intento dar lo mejor de mí, culturalmente hablando, para que mis lectores reciban algo que realmente valga la pena, y, cuando llegan a Contrastes personas como tú, entonces, da gusto seguir escribiendo.
ResponderEliminarJuan, amigo mío, recibe mi abrazo.
Gustavo, nos dejas dos textos que se juntan en el amor. El primero un relato de hermosa prosa poética, donde el amor puede, y como en los buenos cuentos de Cortázar o de Benedetti, un azar pone al encuentro corazones con voluntad de querencia duraderas.
ResponderEliminarEl segundo texto, es un poema redondo, escrito desde lo onírico donde el sueño se espera compartido y deseable, con un cierre de ensueño: "Ayer soñé que tú me amabas,
ahora sueño que tú sueñas."
Un abrazo desde mi cubil garrotero. Carlos
Maestro Carlos, cuando me plantee la publicación de esta onírica entrada, pensé en la fusión de "claro de luna" y el poema que comentas, hay una clara correspondencia entre los dos textos, ya que el amor se establece como el eje central que hace que la historia y el poema fluyan en intensidad, música y color, creando un ambiente emocional, puramente onírico.
EliminarCarlos, gracias por tus aportes, siempre enriquecedores, a Contrastes.
Te envío un abrazo hasta tu cubil garrotero.
Hola respetado y apreciado Gustavo, desde la distancia, admiro y comparto esa pasion por la poesia🥰 esa narrativa de "Claro de luna" tan viva, tan dramatica y especial que nos transporta al tiempo y lugar de lo narrado, y lnos convertimos en los protagonistas de esa historia de amor😍 Gracias Gustavo por compartir estas letras tan profundas. Saludos y un fuerte abrazo
ResponderEliminarApreciada Adriana, qué felicidad me da leer tu comentario y saber que dedicas un poco de tu tiempo para leer con atención mis escritos. Es muy agradable saber que, después de la lectura de "Claro de luna", te sientas protagonista de la propia historia, ya que el ser humano no debe perder su capacidad de soñar, de amar y de sentir.
EliminarAdriana, desde Contrastes, te envío un gran abrazo y mi aprecio. Saludos a Luis Eduardo.
Tu relato, extraordinario, me atrapó en un tiempo sin tiempo. Los detalles, los escenarios, el mar, el efímero a la vez de eterno instante del amor y ese final lleno de luz y esperanza, en medio de un mundo tan grisáceo. Y tu poema, fascinante amigo, en tan pocos versos… dices tanto. Encantador la verdad.
ResponderEliminarTe mando un gran abrazo feliz de poder leerte otra vez. Paty
Admirada Poeta, creo que aquí debería repetir la respuesta al comentario del Maestro Carlos Augusto (te invito a leerlo). Me llena de felicidad saber que mi relato te atrapó y que te pudo inspirar el comentario que aquí me dejas. ¡El amor es el milagro de la vida!
EliminarRecibe mi abrazo.
Todavía celebrando el triunfo de Petro que es una victoria cultural plena de relucientes simbolismos libertarios en contra del oscurantismo de la horrible noche. Se empieza a cumplir el sueño del Libertador que hace simbrar con estrépito a todo un continente y al que se unen todos los caídos.
ResponderEliminarMi apreciado y admirado filósofo, como tú, yo también sigo en esa muy merecida celebración porque para eso se ha luchado; el sueño de una nueva Colombia comienza a hacerse realidad y, cuando esto ya está sucediendo, no puedo dejar de pensar en todos aquellos que, a nuestro lado, dejaron su energía en aras de la justicia social y de un país libre y soberano. Petro es, sin duda, un verdadero estadista, un hombre que conoce a Colombia y a Latinoamérica y, pienso, que se ha convertido, sin proponérselo, en una figura de talla continental y, por qué no, mundial. Este triunfo del pueblo colombiano también es nuestro, mi querido hermano.
EliminarComo soldado y apóstol de las letras te has mantenido en esta constante epíclesis atento al mensaje del ahínco y celo de los bravos dioses, "...despertad ansiadas tormentas...!!!" (René de Chateaubriand) tal cual como lo ilustra el cuadro de la edicion pasada de Johan August Strindberg uno de os inmerso en esa pasion frenética del Sturm und Drang.
ResponderEliminaruno de los inmersos...(disculpas por este lapsus calimi)
EliminarAgradezco, para comenzar, tu muy conspicuo comentario que es, en sí mismo, el reflejo de tu mirar más allá de las hojas, de una profunda auscultación de lo que puede dar un determinado texto, un estrujarse el cerebro para mostrarnos la belleza oculta y poner el arte al alce de todos y para todos. Tú me conoces muy bien y sabes que, sí, hace mucho tiempo comencé a dar mis primeros pasos en la escritura y por los caminos sinuosos de la poesía; Ágora fue un voto de confianza que ustedes me dieron, hace muchos años, y eso fue definitivo para mí, el idioma de Cervantes y de García Márquez me atrapó y aquí estoy en ese apostolado, luchando para que las angustias del exilio en la tierra de Strindberg no me lleve casi a ese tipo de locura que vivió el gran genio escandinavo, admirado por Nietzsche. He tratado de mantenerme libre de reglas y más convencido de la creación libre que, creo, me potencia y me permite darle más ida a mis escritos. Creo que me guía una enorme pasión, una especie de frenesí, debo admitir que no continuo, pero si lo suficiente como para aportar algo que tenga contenido, repito, sin reglas, rompiendo con los esquemas que puedan encasillarme o limitarme. Tu cita del Sturm und drang tiene su validez aquí porque, en su época, fue como una especie de rebelión contra el afrancesamiento neoclasista, con todo lo que eso implicaba, como el rompimiento con las normas morales y estéticas... creo, que hay en mi obra literaria algo de esto.
EliminarFelicitaciones a tus sobrinas una cultora de la lírica y la otra de la plástica motivo de tu orgullo y recompensa de la brega y lucha por el sentido de estar en esta vida que tantos otros se aprestan a heredar.
ResponderEliminarSeguramente que este comentario, querido hermano, será muy estimulante para mis sobrinas y, claro, desde lo que yo pueda, las exhorto a seguir creando cultura para un pueblo que tanto la necesita.
EliminarUna de las tantas historias sobre el origen de Claro de Luna relata que Bethoven la compone al observar a una muchacha ciega interpretando una de sus composiciones en el momento que la luna podía verse a través de la ventana. Se puede asociar así el despertar de la joven del relato a una nueva visión de la existencia. Franz Liszt dijo de esta sonata que su segunda parte era una flor entre dos abismos, flor como la que publicas en la pasada edición de la pintura de tu sobrina, símbolo de apertura estética y nacimiento místico, y no es para menos la comparación pues el propósito del romanticismo es eso, un florecer estético entre dos abismos entre el pasado del abismo de la ilustración y la enciclopedia y el abismo del horizonte del porvenir.
ResponderEliminarRecuerdo que una vez, tú y yo, conversábamos sobre música y hablábamos sobre cómo era posible llevar al lenguaje musical una obra tan compleja y difícil como "Also sprach Zarathustra" de Nietzsche" y, creo, que no encontramos una respuesta para eso, pero lo cierto es que Richard Strauss nos ha hecho sentir al gran Zarathustra en sus diferentes etapas del desarrollo de la sabiduría para luego, cuestionar al astro rey sobre la razón de su existencia; Beethoven, uno mis genios favoritos, fue capaz de superar todas las vicisitudes posibles a base de tenacidad, de creer en sus potencialidades y, sobre todo, no doblegándose a las imposiciones de la aristocracia, dueña absoluta de la vida cultural en Europa. Cuando escribí "Sonata Claro de luna", pensé en el gran genio alemán y, pensé cómo escribir un texto que, no fuera vulgar, pero que dejara bien claro la figura del despertar, del descubrir el fuego y el goce de la pasión. Me gusta mucho la cita que traes a Contrastes de esa historia de la muchacha ciega interpretando una de las composiciones de Beethoven, en verdad, no la conocía.
EliminarUna flor que se abre a la luz de la luna un despertar desde la oscuridad bien puede simbolizar el florecimiento de la libido, despertar que en lugar de atrofiarse en la rutina de lo genital trasciende a lo onirico y a su fuente a la apocatástasis de lo humano donde bien uno puede soñar con la otra o la otra puede soñar con uno, tal cual como en "Las Ruinas Circulares" del maestro Borges.
ResponderEliminarEn el arte, la simbología abunda y es, precisamente allí, en donde el genio del artista se acrecienta o se empequeñece; un símbolo expresado en una flor o en una metáfora puede producir el asombroso efecto de una gran variedad de interpretaciones que, a mí me ha pasado, a veces, el artista no las había pensado, pero que son tan válidas, que uno termina por asimilarlas. Pero la trascendencia es lo vital en el texto que titulé Claro de luna, es decir, primero, el desertar a la vida sexual, para luego trascender a la belleza del arte de amar, trascender lo vulgar para situarse en las esferas del amor en su más amplia acepción. La trascendencia se plantea en la película "El lado oscuro del corazón" en donde el poeta Oliverio busca una mujer que sepa volar, esto al hacer el amor, porque a Oliverio no le basta con follar, como poeta busca trascender más allá de lo meramente instintivo, ir más allá de lo carnal; Oliverio lo expresa de esta manera:
Eliminar"No se me importa un pito que las mujeres tengan los senos como magnolias o como pasas de higo; un cutis de durazno o de papel de lija. Le doy una importancia igual a cero, al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco o con un aliento insecticida. Soy perfectamente capaz de soportarles una nariz que sacaría el primer premio en una exposición de zanahorias; ¡pero eso sí!, y, en esto soy irreductible, no les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar. ¡Si no saben volar, pierden el tiempo las que pretendan seducirme! …
Yo, por lo menos, soy incapaz de comprender la seducción de una mujer pedestre, y por más empeño que ponga en concebirlo, no me es posible ni tan siquiera imaginar que pueda hacerse el amor más que volando".
Me parece genial, muy brillante el desarrollo interpretativo que haces de lo simbólico en la figura de la flor.
El arte y esto de la cultura nos permite la vivencia en una dimension de ubicuidad donde es imposible eludir el universal tejido del espiritu, tanto Debussy como Chopin tienen composiciones con esta misma denominación Claro de Luna y la gran soprano de América la peruana Yma Sumac logra el prodigio de cantar la composición de Debussy,
ResponderEliminarEl arte está lleno de vivencias, de belleza e interpretaciones que por, eso mismo, nos atrapa y nos da vida. ¿Qué seríamos los seres humanos sin el arte?
EliminarFilósofo, me quedo feliz con este lujo de aportación que le has hecho a Contrastes. Gracias de nuevo por tu tiempo.
Recibe un fuerte abrazo.
A veces, los sueños se cumplen; sobretodo si se sueñan bien. Querido Gustavo, regreso al mundo de los blogs después de meses de ausencia, espero que te encuentres bien. Un abrazo bien fuerte.
ResponderEliminarGracias mi querida Myriam por tu visita y tu regreso al mundo de los blogs.
EliminarUn abrazo bien fuerte.
Magnifica entrada querido Gustavo, me ha encantado. El despertar al amor, a la pasión, de esa muchacha tatuado en el cuerpo su primera vez, su sonrisa… Claro de luna, me ha parecido genial, absolutamente adorable.
ResponderEliminarTu segundo texto es muy bello y junto al maestro Arrau es todo melodía y sensualidad. .
Juntos …. ambos , puede ser más bello el momento?
Te dejo un abrazo enorme amigo mío desde mi sur no tan lejano y lo mejor siempre.
Querida Rembrandt, gracias por acompañarme a lo largo de este año y por tu bellos comentarios que siempre aprecio.
EliminarTe envio mi abrazo cálido.
Estimada amigo, Gustavo, ya se te echa de menos en tus bellas y ejemplares publicaciones, espero te encuentres bien. Paso a desearte todo lo mejor en estas entrañables fiestas navideñas en compañía de tus seres más queridos y que el próximo año Dios mediante, podamos seguir disfrutando de la amistad de todos nuestros buenos amigos blogueros. Que la paz, salud, alegría… te acompañen siempre.
ResponderEliminarUn gran abrazo amigo.
¡FELIZ NAVIDAD!
Apreciado amigo, sé que he estado ausente, muy ausente, pero sigo leyendo los blogs que me gustan, entre ellos el tuyo.
EliminarQuiero agradecerte, también, la permanente atención que brindas a mis publicaciones y por la positiva valoración que haces de mis aportes culturales.
Desde ya, te deseo una Feliz Navidad y lo mismo para tu querida familia.