Apreciados amigos de
Contrastes:
Con motivo de celebrarse
el Primero de Mayo el Día Internacional del Trabajo, quiero rendirle un
homenaje a todos los compañeros trabajadores de todo el planeta tierra, hombres
y mujeres unidos en la tarea de producir y transformar, con su sudor y
sufrimiento, un mundo del cual todos ellos son parte fundamental de la historia
de la humanidad. Para ellos mi admiración, mi respeto y mi solidaridad.
Para esta ocasión me
permito publicar un poema que escribiera el compañero Rafa Hernández, quien
tiene un blog con mucho humor y que yo les recomiendo por si a ustedes les hace
falta una buena dosis de humor. El blog
se llama "Escribir por afición " y ustedes lo pueden visitar en el
siguiente enlace:
Los segadores. Imagen tomada del blog
Escribir por afición.
Los segadores
Ya vienen los segadores
de segar de tierra baja
con los bolsillos vacíos
y la tripa llena paja.
Antiguos y viejos campesinos
en el arte de la hoz
curtidos por el frió
y abrasados por el sol.
Desde el alba hasta el ocaso
volvían
exhaustos y molidos
doblados
como la guadaña
con los riñones partidos.
En aquella España muda
dejaron su vida
segando los trigales
por dos reales al día.
Segadores de la Mancha
de Castilla y León
de los Llanos de Visiedo
y del Alto Aragón.
Hombres rudos
de gran corazón
su escuela fue la era
y su patrimonio su sudor.
Vaya
este recuerdo
aquellos
viejos segadores
que
en ardidos rastrojos
sesteaban
sus dolores.
Miserias
y penurias
sombrero
pañuelo y faja
con
los bolsillos vacíos
y la tripa llena paja.
Poema de Rafa Hernández (España).
©
Fiesta campesina - David Teniers II (Bélgica).
Óleo sobre tabla.
La fiesta de las uvas
Sígueme
buen pastor que el tiempo de las uvas ha llegado...tu nombre me recuerda a
aquéllos hombres que vivían en esos campos agrestes de aquél viejo país, hoy ya
tan lejano. Sígueme, pues, que la fiesta está por empezar y ya llegan aquéllos
sibaritas ávidos de manjares siempre bien dispuestos y de ese vino apetitoso
que abunda a jarras llenas. Hoy habrás de conocer toda suerte de caballeros
que, a mi juicio, enaltecen estas comarcas de ricas campiñas y viñedos; serás un privilegiado al tener la gozosa
suerte de apreciar a aquéllas rozagantes damas cuyo porte y majeza no saben de
vulgaridades. He aquí, amigo mío, que estamos a las puertas de ese momento en
el que todos estos campesinos de mucha casta y donaire abandonan sus cálidos momentos
de intimidad familiar para darle rienda suelta al goce, que el espíritu de todo
buen ser humano que se estime, se merece; nada más absurdo que el ostracismo
autoimpuesto. Pues bien mi querido pastor de mansos rebaños y no de feligreses,
ariscos y de doble cara, el tiempo de las uvas está aquí, con su aroma que nos
remite a viejos tiempos y nos acerca al intimo segundo del goce del paladar y
un fugaz desliz de infinita felicidad en el rostro que nos hace más mortales y
merecedores de goces terrenales.
La fiesta
ha comenzado y la música llena los sentidos; ya te he dicho que esos campesinos
son dignos de ser llamados caballeros y, esas damas, enaltecen su entorno con
su aguda picardía y su natural belleza. Ellos, agrestes y, a la vez, muy majos,
son la fina estampa del hombre orgulloso de su tierra. Bebe, pues, porque eres
parte de esta fiesta, eres parte del poema del aire que acaricia las mejillas y
estimula a pronunciar la palabra necesaria que habla de tiempos ya pasados, de
horizontes plasmados en los lienzos de los poetas del pincel, de las guitarras
y violines hechos para aquéllas manos expertas tanto para el cuidado de la vid
como diestras en acariciar las cuerdas de esos instrumentos. Tú eres parte de
esta fiesta, ¡la fiesta de los nobles de la tierra porque estos hombres y
mujeres si que son nobles! Ellos no saben de patrañas, ni de poderes fácticos,
ni de democracias extrañas. ¡Salud que el vino está aquí!
Te lo dije
amigo mío, porque eso eres para mi, que el tiempo de las uvas había llegado, aquí
está entre nosotros, un tiempo fresco y, a su vez, maduro; bebe, amigo mío,
todo es fiesta y nada ha de lastimar el dulce encanto de estos campos, tan
tuyos, tan míos y tan de ellos. Baila, deja volar el alma, cree en ti y en tu
gente como aquél Zorba el griego ante el fracaso; ríe que no hay nada más
saludable para el ser que la risa. Lo ves, ¡ah, qué belleza!
Gustavo
Figueroa Velásquez
©
Pan y trigo - imagen tomada de internet.
Hagamos un
pan universal
Hagamos un pan universal,
un pan no para la venta,
un pan que sea tuyo y mío,
un manjar rico para todos.
Hagamos un pan universal
que huela a trigo y a futuro,
un pan justo para el hambre,
un pan que sea alimento solidario.
Hagamos un pan universal
para tu boca que es la mía,
un pan multiplicado por millones,
un bocado con sabor a rebeldía.
Hagamos un pan universal
que rompa todos los bloqueos:
un pan caliente en la isla de Martí,
el alimento de un niño palestino.
Hagamos un pan universal
horneado en un horno de ternura,
un pan que brille como el sol
a la hora de un despertar no muy lejano.
Gustavo Figueroa Velásquez
©
Quilapayún (Chile) - El pueblo unido.
¡Feliz día del trabajo!
ResponderEliminarLindo homenaje al amigo Rafa.
En su momento, cuando lo publicó leí su poema.
Y de tu texto, ¿que decirte? mi abuelo
paterno era enólogo.
Y pan también para los niños de África que pasan hambre de la de verdad, por ejemplo en Somalia, o los de Siria, que están sufriendo lo indecible, no?
Un abrazo
Myriam:
Eliminar¡Feliz día del trabajo!
El poema de Rafa es sorprendente y nos demuestra que en el fondo él también es un poeta.
El pan debe ser el alimento para todo el mundo, sin exclusiones, un pan para la dignidad del ser humano!
Un abrazo.
Me encantó ver aquí el poema de Rafa (¡cuánto tiempo sin saber de él!).
ResponderEliminarY, bueno, sorpresa en tu prosa. Hímnica, celebratoria, alegre. Lo mismo que ese pan, el que a ningún humano debe faltarle.
¡Feliz día, Gustavo!
Un beso
Isabel:
EliminarQuerida Escritora y amiga, cuánta falta hace Rafa, esperemos que pronto esté de nuevo con nosotros con su buen humor!
Gracias por lo que refiere a mi prosa...en realidad es algo que también me gusta pero, ya lo sabes, me he decantado por la poesía.
¡Feliz día, Isabel!
Un beso y un abrazo.
Precioso posts, en homenaje tantos trabajadores que en ocasiones no les llega ni para ese trozo de pan.
ResponderEliminarHoy 1º de Mayo, Día Internacional de la Clase Obrera, un día de lucha, un día de apoyo e impulso a la lucha de todos/as los/as trabajadores y trabajadoras contra la explotación y por un mundo más justo.
El sudor y sufrimiento del obrero son parte fundamental de la historia de la humanidad, y lo triste que cada vez la situación empeora, hay más pobreza extrema y más desigualdad.
Aprovecho un momento para pasarme por tu blog, siempre tan volcado por las causas justas.
Me veo imposibilitada por causas personales, pero no me olvido de ti, Gustavo, y se te echa también de menos en mi blog... el estrés de esta vida tan agobiada por el trabajo, su falta, y las consecuencias...
Un abrazo enorme amigo Gustavo.
Daphnelaluna:
EliminarHas regresado muy solidaria e identificada con las luchas de los obreros, con todos los proletarios del mundo; celebro tus palabras y las suscribo plenamente.
Pronto estaré visitándote.
Un abrazo bien grande, amiga mía.
Querido Gustavo:
ResponderEliminarMe encuentro emocionada ante esta entrada de tu blog, cuyo fondo rojo me sugiere la luz de un rojo amanecer. La imagen de los segadores del precioso poema de Rafa Hernández me ha provocado el deseo de refrescar el cuerpo tostado por el sol y el aire durante horas de trabajo, y me gustaría brindar con el fruto de las uvas, pues es la fiesta de los campesinos, de los trabajadores, de los nobles de la tierra, de hombres y mujeres que "no saben de patrañas, ni de poderes fácticos, ni de democracias extrañas." "¡Salud que el vino está aquí!" Así es, y yo quiero compartir mi vaso de vino contigo y con todos los buenos amigos que sienten esa llama de la nobleza de su corazón, de la satisfacción del trabajo digno, de las manos encallecidas que trabajan la tierra pero que también saben rasgar las cuerdas de la música para rociar la tierra de arte y de alegría. Y así me siento ahora en una gran hermandad invisible que nos has traído gracias al gran espíritu que has insuflado a tus letras y a la energía tan poderosa que nos has regalado. Como trabajadora, como hija de trabajadores, humildes y orgullosos de sus manos encallecidas, de recto y honrado sentir, de actitud y comportamiento intachable, mi mayor orgullo y mi mayor nobleza.
Y ahora quiero probar ese pan universal y formar parte del gran conjunto, del inmenso grupo que debemos ser los que no aceptemos nunca la idea de que la tierra tiene coto, esa tierra fértil y noble que produce para todos nosotros, que está soliviantada y rabiosa contra aquellos que le ponen un nombre falso y que cercan sus límites universales.
Oh bella tierra, oh trigo acariciado por el sol, los trabajadores del mundo queremos sentiros parte de nosotros, y cantaros con estos versos de Gustavo que queremos un "pan multiplicado por millones", un pan que inevitablemente deja sentir su "sabor a rebeldía. "Pan para todos, sin bloqueos", como demanda la isla donde crece la luz, la patria del amado Martí, como necesitan los inocentes niños palestinos. Ese será nuestro canto "que ese despertar no sea muy lejano".
Alzo mi vaso de vino para brindar contigo, Gustavo, con todos los amigos del blog, con los trabajadores, y especialmente con aquellos que no pueden alzar su voz ni su vaso de vino, silenciados por un sistema injusto, opresivo, víctimas de la explotación, de las injusticias, de la corrupción, del sometimiento, de la maldad.
Me sumo a esta fiesta y canto con tus palabras, como si tu escrito fuese una oración, pero la oración de los corazones nobles, virtuosos, no la de "los feligreses ariscos y de doble cara". Bailemos como Zorba, "¡oh, qué belleza!", pero qué belleza también de palabras, como si fueran un manifiesto, sí señor, el manifiesto de los auténticos dueños del fruto de la tierra, los que la tratan con el respeto merecido.
Este pan y este vino han confortado mi espirítu, gracias, Gustavo, eres maravilloso.
Un abrazo.
Querida Elena Clásica:
EliminarEl rojo de mi blog es justo eso en lo que yo creo, en que un rojo amanecer será posible el día en que el nivel de conciencia de la humanidad la haga entender que la tierra no es parcela de nadie, que no es la propiedad privada de ningún ladrón de corbata y con ejercito propio o del Estado. Un rojo amanecer será posible cuando la tierra sea de los seres humanos, sin racismos, sin fronteras, una tierra en donde la dignidad del ser humano alcance, por fin, su pedestal y el pan sea un derecho tangible y comible y no la exclusividad de algunos pocos. Por eso mismo, querida Elena, mi blog es rojo, es el fondo de ese amanecer que brilla ya en algunos pueblos aunque la barbarie del imperialismo intente apagarlo, como lo ha hecho por muchos decenios en Cuba, como lo hizo en Vietnam, en Camboya, en Nicaragua, etc. Los obreros, los campesinos, hombres y mujeres trabajadores del mundo, tienen un sitio en la historia, no para quedarse en ella ni con ella, sino para transformarla y junto con ella trascender hasta convertirse en eso con lo que el Ché Guevara soñara algún día: El hombre nuevo.
Alzo entonces mi copa de vino para brindar contigo, y, tú yo, juntos, brindemos por la humanidad y por la certeza de que no seremos derrotados por perder una batalla sino que, al contrario, como el ave fénix, nos levantaremos llenos de experiencia para derrotar por fin el tiempo de los miserables opresores. Bailemos como Zorba, bailemos querida poeta y amiga, que un mundo nuevo es posible!
Mientras tanto, estoy seguro, tú desde tus trincheras y yo desde las mías elevaremos este canto, bello e inolvidable, del gran Miguel Hernández:
"Para la libertad sangro, lucho, pervivo.
Para la libertad, mis ojos y mis manos,
como un árbol carnal, generoso y cautivo,
doy a los cirujanos.
Para la libertad siento más corazones
que arenas en mi pecho: dan espumas mis venas,
y entro en los hospitales, y entro en los algodones
como en las azucenas.
Para la libertad me desprendo a balazos
de los que han revolcado su estatua por el lodo.
Y me desprendo a golpes de mis pies, de mis brazos,
de mi casa, de todo.
Porque donde unas cuencas vacías amanezcan,
ella pondrá dos piedras de futura mirada
y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan
en la carne talada.
Retoñarán aladas de savia sin otoño
reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida.
Porque soy como el árbol talado, que retoño:
porque aún tengo la vida".
Querida Elena, tu comentario es más que eso, es poesía con un contenido rojo, hermoso; tu comentario es la fe de un nuevo amanecer. Gracias Poeta por ser parte de los trabajadores del mundo, como yo.
Un abrazo.
Todo lo que escribes me llega con profundidad, maestro, todo es sincero, humano, vertical. Gracias por escribir, Toda mi admiración. Un abrazo muy fuerte.
ResponderEliminarFernando:
EliminarQué grato es saber de ti, mi estimado amigo y Poeta; cómo me emocionan, siempre, tus palabras porque recibiéndolas de un Poeta como tú se que son palabras expresadas desde el conocimiento profundo del arte de la poesía. Maestro, tú si que me honras!
Un abrazo fraterno.
Hernández, me hizo recordar al Tuerto López, en ese humor victriólico de sus poemas en El corralito piedra cartagenero. CLaro que Hernández, es más combativo, y su poema con los de abajo más directamente, aunque el Tuerto López, también por su jaez liberal,
ResponderEliminarmostraba, una actitud de rebeldía.
Tu texto sobre la Fiesta de la uva, me trajo a la memoria, el poema-canción de JOan manuel Serrat, Fiesta. Cuánta música, baile, y vino, para la alegría en tus poema discursivo, que hace un guiño, una mirada, al día del trabajo como un fiesta por la felicidad y la vida, premonición de mejores tiempos... y que buen cierre de tu entrada, con un poema de espíritu universal, en esa metáfora de hacer un pan ecuménico, para todos, sin privilegios. UN abrazo grande. Carlos