Cómo no decirte compañera mía
que en esta hora se siente tu ausencia
ahora cuando la noche es profunda,
cuando la sangre es frío por mis venas.
Cómo no decirte compañera mía
que el invierno amenaza hasta mis huesos,
que de pronto la nieve rompe los cristales,
que en mi casa manda un tornado de rutina.
Cómo no decirte compañera mía
que los días sin ti ahuyentan la ternura;
mi cama que es la tuya es un témpano de hielo
y tu risa, ay tu risa, por dónde se escapó?
Cómo no decirte compañera mía
que un pétalo de rosa parece la tersura de tus manos,
cómo no decirte que aún entre el miedo y la espera
vivo por ti como un sol en primavera.
Gustavo Figueroa Velásquez
©
La imágen es clara y su texto aun mejor. El sentimiento se refuerza con cada palabra de los versos.
ResponderEliminarUna nostálgica ausencia, de ese ser que no se encuentra, pero que deja abierta la esperanza del encuentro un día de mañana...
Estimado Luis:
ResponderEliminarCelebro tu presencia en mi blog y aprecio tu comentario que interpreta perfectamente el fondo de mi poema. Este será siempre tu espacio y cada visita tuya será, desde luego, un motivo de inmensa felicidad.
Un abrazo,
Gustavo
Melodía para reclamar la tibieza de la amada y la presencia del amor. Canto colgado de la ausencia que quiebra y derrite el hielo para abrirle paso a la primavera que dormita.
ResponderEliminarGustavo los códigos de humor difieren de país a país y si hay algo que nos comunica culturalmente son esas claves domésticas que en esta ocasión me licencian a lamentar que estés lavando la ropa a mano.
Un abrazo!!!
Viejo Dilman:
ResponderEliminarCanto colgado de la ausencia que quiebra y derrite el hielo para abrirle paso a la primavera que dormita...siempre lo he dicho, tú eres un poeta y un maestro a la hora el arte.
Lavar la ropa a mano tiene a veces sus ventajas pero siempre quiero y querré lavarla de otra manera.
Un abrazo mi querido hermano.
No importa las distancias, perdón, pero los mensajes secundarios, la ropa y la forma de lavarla se interpretan muy fàcil. Este par de chicos...vos y Dilman!!! Saludos a los dos.
ResponderEliminarLuis:
ResponderEliminarVeo que has entendido a qué nos referimos Dilman y yo; eso es lo fantástico de la picaresca Latinoamérica. Existen muchos elementos en común que nos unen en la diversidad.
Un abrazo mi estimado amigo.
Ja ja ja, Luis esto de la ropa lo saqué de una obra de teatro que estuvo varios meses en cartelera aquí en Sn José al comienzo del año pasado. Mis saludos cultor del buen gusto!
ResponderEliminarGracias a ambos por seguir los comentarios. Me gustaría saber si están en conexión en Skype, sería un gusto saludarles ahi.
ResponderEliminar....el equilibrio imposible entre la luz y la sombra, un momento asombroso de arte entre el sueño y lo real.
ResponderEliminarEres consciente de la belleza de esta frase?
Me gusta sentir que Vanesa te emocione, ella es eso, pura emoción, un suave abrazo, cálido y que llega justo cuando tu lo deseas.
Un abrazo, poeta y maestro de las letras.
Gustavo, a leer tu poema, recordé otro de Pedro Guerra que hizo canción, se llama 5.000 años.
ResponderEliminarSentí esa sensación de que pase el tiempo, pase los hechos, estaremos ahí, en la posición, y en el instante donde supe, que te amaba y por siempre será así.
Que maravilla, seguiré esperando más de tu interior.
Te abrazo.
"5.000 años
ResponderEliminary aún recibes mi cuerpo como un mundo desierto
donde todo es hacer...
sobrevivimos al verano y a su mejilla más ardiente...
y en el invierno nos guardamos bajo la sombra de la nieve
5.000 años
y aún me busco y me pierdo en el terco misterio
del amor y su red
y nos encontrarán
y sabrán que alguien te amó
el devenir será testigo
de cómo al hilo del amor
viví una eternidad
contigo..."
Todo un poema Penélope, Pedro Guerra es genial; y, lo dicho, tú eres puro sentimiento, estás llena de poesía y de allí nace la magia de tu arte.
Ah, gracias por lo de maestro, en realidad sólo soy un aprendiz de escritor y la palabra poeta aún no se si la merezco.
Pero el arte nos llama y tú y yo hemos alzado el vuelo para volar diferente, como Juan Salvador Gaviota, o saltar de planeta en planeta como el Principito o ser Quijotes lanza en ristre contra lo imposible.
Cambio mi abrazo por un beso.
Maestro de las letras y de las emociones, como mi dulce y querido Pedro Guerra, como tantos otros que desconocemos y están ahí, saltando de planeta en planeta, con una espada libre de dolor y repleta de luces que nos trazan un camino.
ResponderEliminarTe abrazo en esta mañana soleada de invierno....hoy quiero leer.
Un poema lleno de nostalgia. Tristeza en sus leras. Un gusto leertlo. Saludos y beso a la distancia.
ResponderEliminarPoetiza:
ResponderEliminarTe doy la bienvenida a mi blog y mi aprecio por tu comentario; y, si, hay mucha nostalgia en mi poema...es el reflejo de un momento de mucha soledad.
Recibe un gran abrazo.