Permiteme

Mojandolo todo

Permiteme

Permiteme pernoctar,
por una noche o las que tú quieras,
en el aposento níveo de tu alma,
ser tu huésped bien amado,
el peregrino devoto
que busca el milagro del amor,
ser la imprevisible primavera
que convierta tu cuerpo
en dichoso campo fértil,
ser el humilde labrador
que siembre, generoso,  en ti
la simiente próvida,
fuente de nuevas risas,
de hombres y mujeres para la paz.
Permiteme ser parte de tus dudas
y  tus miedos,
déjame navegar en las aguas limpias
de tu conciencia,
muestrame los bosques ancestrales
de tu inocencia,
levantate desde el fondo mineral
de la madre tierra y vuela conmigo
como el vuelo hermoso
del cóndor sobre los Andes,
abre tus alas y vuela,
vuela conmigo hasta los confines
de la pasión.
Permiteme entrar al divino goce
de tu intimidad
y descubrir contigo
que somos tierra y somos pan.

Gustavo Figueroa Velásquez

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