Mi celebración de cumpleaños

Normalmente suelo cambiar las ediciones de mi blog los días domingos pero, hoy 15 de agosto, lo hago por una razón para mi muy especial: se trata de mi cumpleaños...si, amigos y amigas, nunca lo he hecho antes pero, hoy,  he decidido celebrar mi cumpleaños públicamente y celebrarlo con todos ustedes que me acompañan tan generosamente.

Les invito a disfrutar de esta autocelebración en donde les presentaré, de nuevo, tres poemas que ya publiqué en otras entradas y tres vídeos que son, de alguna forma, mi manera de celebrar mi cumpleaños musicalmente.

Mis invitados para mi celebración musical son: La Orquesta Sinfónica Juvenil Batuta de Bogotá con la dirección del maestro Juan Felipe Molano, La Orquesta Sinfónica Juvenil Simón Bolivar con la dirección del gran maestro venezolano Gustavo Dudamel y, para el final de esta entrada, el poeta y músico cubano  Silvio Rodriguez.

"Yo me llamo Cumbia", un tema que me identifica con mis raices colombianas.

 

 En esta foto, tomada en El Cerrito (V),

yo tenía dos o tres años.

Mañana puede ser

Mañana puede ser la luz

o el brillo de un sol omnipotente,

el ocaso de los odios terrenales,

el triunfo del amor y la razón.

Mañana puede ser tu fiesta

o mi verso brillando como un faro;

puede ser la primavera de los campos

o el irresistible ascenso de la paz.

Mañana puede ser el ego

un payaso sonriendo ante un espejo;

la manifestación de los poetas

reclamando una plaza para ser oídos.

Mañana puede ser mi día

y talvez no sepa para qué;

mañana puede ser posible todo,

mañana es mañana pero hoy es mi día.

Gustavo Figueroa Velásquez

©

Les invito ahora a escuchar "Alma llanera" un bello tema del folclor venezolano que siempre me ha hecho vibrar. 

En esta foto ya estoy "un poco mayorcito" y estoy al lado 

de mi gran amigo, el poeta argentino Hector Lerner.

Nunca

 Nunca fui el silencio ni la cabeza gacha,

jamás el lacayo inútil de un pueblo olvidado,

mi voz se alzó contra el tirano fraudulento,

fui marcha, poesía, pan y libertad.

Nunca alabé al farsante prepotente,

ni me arrodillé a cobardes mentecatos;

jamás vendí mi tiempo a payasos de corbata,

fui un puño levantado desafiando bestias.

Nunca fui el silencio ni la cabeza gacha,

Jamás el Judas que vendió a su pueblo;

No fui el lomo lacerado por el látigo

ni el estómago vacío vendido por un voto.

Fui luchador por causas justas y lejanas,

marché por pueblos tristemente polvorientos,

dejé sudores abundantes refrescando tierras,

viví mi vida batallando con lo incierto.

Gustavo Figueroa Velásquez

©

 

Cierro los ojos...y vivo

Cierro los ojos...y vivo:

la levedad de un instante,

el roce del aire como un beso,

un crepúsculo hecho arco íris.

Cierro los ojos...y vivo:

un café llenando los sentidos,

un momento alucinante,

toda la vida en mi cerebro.

Cierro los ojos...y vivo:

una gaviota contrastando con el cielo,

una foto fugáz en blanco y negro,

unas sandalias y un bolso celestino.

Cierro los ojos...y vivo:

un rostro estrenando vida propia,

unos parpados recordando el cielo,

un viejo poema hecho canción.

Gustavo Figueroa Velásquez

©

Finalmente les presento un bello poema canción de Silvio Rodriguez, la maza,  con el cual me identifico plenamente y que amo mucho.